miércoles, 17 de febrero de 2010

Palabras


Leer, escribir, hablar, pensar..., nada de eso se puede hacer sin palabras. Si nos paramos a reflexionar sólo unos segundos nos daremos cuenta de que en cualquier momento del día, hagamos lo que hagamos, las letras están ahí. Además, quienes estamos decididos a vivir de y con ellas las valoramos aún más. Por eso es muy sencillo rellenar unos pocos párrafos, aunque no cualquier momento es el perfecto para hacerlo. En apenas un instante aparecen ideas que reflejar en un papel o una pantalla y hay que aprovecharlo, por absurdas que parezcan. Si además se pueden difundir de alguna manera, mejor que mejor.

Cualquier persona puede contar algo, exponer su opinión, informar de un suceso; soportes no faltan. Uno de ellos es la revista que publica la Biblioteca Municipal de Villafranca de los Caballeros y en la que todo aquel que quiera puede enviar sus palabras hechas artículo o relato; yo lo he hecho. Ayer fue colgado en la Web su segundo número y en ella ya se pueden consultar todas las novedades bibliográficas y audiovisuales que han llegado a sus estanterías, además de las noticias sobre lo que han hecho y van a hacer en ese renovado espacio. Porque todo en apariencia es nuevo: los muebles, los ordenadores, el edificio en sí, etc. Pero nada más lejos de la realidad. La biblioteca cumple este 2010 un cuarto de siglo de vida y esa experiencia se deja ver en cada documento que allí se puede encontrar y en la confianza de los usuarios habituales, de los ocasionales y de los que están por llegar.




El artículo que escribí en sí es lo de menos. Lo relevante es la importancia de poder contar las cosas, sean del tema que sean, y de que haya quienes estén dispuestos a escuchar y albergar nuestras palabras. Todo por que no nos pase nunca lo que se cuenta a continuación:



Silencio ensordecedor

La última vez que hablé de él le llamé “El espulgador”. Según la RAE, la primera acepción del verbo espulgar es limpiar de pulgas o piojos. Quizá sea exagerado vincular a una persona con esa definición, pero para más de uno algo muy parecido a eso es justamente lo que hace Hugo Chávez, presidente de Venezuela y último protagonista de esa historia interminable llamada censura.

Desde que asumió el poder del país hace 11 años sólo se ha escuchado más alto la voz de la oposición que la suya en una ocasión. Fue un golpe de Estado que duró apenas dos días. Desde entonces únicamente manda él, solamente se escucha su voz. Como cualquiera, quiere defenderse de quienes le critican y una de las múltiples formas de hacerlo es cerrando periódicos y cortando la señal a radios y televisiones poco afines a él.

En enero cortó la señal de Radio Caracas Televisión Internacional (RCTVI) por no difundir sus discursos. Años antes le había prohibido emitir en abierto. Lo mismo hace con todas aquellas empresas no estatales que no cumplan las leyes. En otros aspectos de la vida de un país no relacionados con la palabra se podría asumir esta obligación de silencio. Sin embargo, al periodismo no se le puede pedir eso, y mucho menos en la época en la que vivimos.

Las aparatos de televisión de Venezuela difunden sus mítines y discursos a la hora estipulada. Los de radio, además, hacen sonar el himno nacional estrechamente ligado a la figura de su presidente. Pero hay más soportes. Internet es, sin duda, el que más daño puede hacer a Chávez. Los propios venezolanos de la oposición y la opinión pública internacional saben lo que está pasando y lo cuentan a través de blogs accesibles a casi todo el mundo. La calidad en la redacción es lo de menos porque el mensaje llega, y ya que allí los medios de comunicación no pueden hacer su trabajo con libertad, cualquier emisor vale si con ello se consigue que la situación cambie.


2 comentarios:

  1. Felicidades por los 25 años de existencia de la Biblioteca, enhorabuena por la nueva revista que ya tiene dos número y esperemos acumule muchas más publicaciones y como no, encantados de sentarnos a tomar el fresco en este batiente

    M.G.G.P.:
    A lo lejos el río
    "...A veces los días te invitan a viajar
    guiado por la luz de la mañana.
    Sentado ante tu puerta
    con un libro entre las manos
    que te impulsa, te lleva y te devuelve;
    que te aleja, conduce y libera..."

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  2. Las palabras nos abrazan, nos hacen amigos, nos enseñan, nos hacen reir, pueden hasta hacernos llorar... Hoy las nuestras te dan las gracias.

    Gracias Pili por volar con nuestras palabras.

    Sole Y Rosa (Tus bibliotecarias)

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