lunes, 4 de enero de 2010

Página pasada


Arrancamos la hoja del mes de diciembre y con ella se fue el 2009. La gente suele hacer su propio balance del año que acaba antes de que éste llegue a su fin. Como yo no tuve la oportunidad de sentarme en El Batiente para hacer el mío, ahora ya no pega. Además, seguro que se me olvidarían muchos detalles y no quiero quitar la esencia a ninguna de las historias que pueda contar. Así que simplemente diré que el 2009 terminó, con sus cosas buenas y sus cosas malas, algunas de ellas demasiado malas.

Por otro lado están los propósitos para el año que ahora comienza. Si nos paramos a pensar, en muchas ocasiones nuestros objetivos se basan en dejar de hacer cosas que creemos que no nos vienen muy bien en nuestro día a día. Sin embargo, tienen mucho más valor aquellos fines que sólo se basan en el futuro, en lo que está por llegar, sin necesidad de echar la vista atrás. Eso querrá decir que la página está pasada y que lo que en ella está escrito lo recordaremos, pero no será necesario tenerlo presente para hacer lo que queremos de ahora en adelante.

Las casillas del calendario de 2010 están aún en blanco. Pero no todas, porque ya hay varias señaladas con fuerza y a todo color y que seguro no se nos van a olvidar. El resto está por ver, por vivir y por compartir. Porque, ¿qué sería de nuestros planes sin las personas a las que se necesita? También es cierto que éstas se van renovando, por suerte o por desgracia, y en los próximos meses seguirá siendo así; como he dicho, no siempre es malo.

Sea como sea, espero que este año sea uno más, uno cualquiera que sólo nos deje buenos momentos en la memoria y que nos haga sonreír cuando pasemos página justo antes del 2011.