jueves, 28 de enero de 2010

Alicia en el país del 3D


La nueva película de Tim Burton llegará a los cines en marzo, concretamente el día 5. Y desde que se comenzaron a conocer detalles se sabe que promete. Hasta entonces lo único que se puede hacer es investigar un poco sobre el reparto, recordar esta clásica historia de la animación e ir poniéndole música de fondo. Por supuesto, este particular regreso de Alicia al país de las maravillas no podía dejar de aferrarse a la revolución de las tres dimensiones.



Lo primero que atrae de este film es el nombre de los actores, sobre todo uno: Johnny Depp. El estadounidense se sale en este tipo de papeles en los que encarna a personajes de cuento y fantasía. Además, su unión con el director Burton es una garantía. Ha participado en siete de sus películas y le gustan los personajes “especiales” que éste le ofrece. Solamente hay que verle interpretando a Willy Wonka en “Charlie y la fábrica de chocolate”.

Al final del trailer invitan al espectador a “atravesar el espejo” de la manera más de moda: en 3D. Ya estaba previsto, pero por si había alguna duda del éxito que tiene esta forma de ver cine otro taquillazo se ha encargado de resolverla. Avatar se está saliendo, nunca mejor dicho, y ya es la película que más ha recaudado de la historia. Razones no le faltan y veremos si Alicia y sus amigos consiguen echarle un pulso. La trama en sí es la misma que la del cuento original pero con algunas diferencias respecto a la adaptación que hizo Disney hace casi 60 años. La verdad es que con todo el tiempo que ha pasado nuevos detalles no le vendrán nada mal.

Entes del estreno se podrán disfrutar las canciones de la película, entre ellas el tema “Alice” interpretado por la canadiense Avril Lavigne. Y es a través de esta cantante que he decidido escribir sobre la película. Simplemente buscaba “viejas” canciones y he encontrado varias suyas: “Complicated” y “I’m with you”. Está previsto que, como Alicia, Avril también reaparezca este año. Han pasado 8 años desde que lanzó su primer disco con aires de adolescente muy rebelde. Poco a poco se ha ido tranquilizando y ha dejado de lado los pinchos y las corbatas. En ámbitos distintos ambas triunfarán como ya lo hicieron en tiempos pasados.

miércoles, 27 de enero de 2010

Basado en hechos reales

Así como la protagonista de “El sari rojo” se adentró en lo más profundo de la India, el lector también puede hacerlo a su manera. No es lo mismo vivir en un lugar y conocer su esencia que leerlo. Pero tampoco todos los libros hacen que quienes leen cada línea se sientan uno más de la familia. Esta obra de Javier Moro lo consigue y es algo que se puede decir aun cuando todavía queda más o menos un tercio de la historia sin conocer.


Las descripciones de los personajes y su evolución con el paso de los años, la exposición de todos y cada uno de los detalles que hacen de la India un país especialmente distinto, la sensación de saber que lo contado en sus renglones ha ocurrido de verdad. Todo ello da más valor a la historia. Además, si las letras van acompañadas de imágenes, la comprensión es aún mayor. Desde Nehru hasta su nieto Rajiv, pasando por la madre de éste, Indira, y todas las personas que les acompañan en sus vidas personales y políticas, el libro relata las experiencias de la familia más importante en la corta historia de esta nación asiática.


Con los libros de historia se aprende cómo y cuándo los indios consiguieron su independencia del Reino Unido. La figura de Mahatma Gandhi es en ellos la protagonista y poco más se cuenta de todo lo que tuvieron que pelear Nehru y sus descendientes para intentar sacar adelante el país. Y mucho menos explican lo que ocurría dentro del hogar familiar. Posiblemente no sea un tema que atraiga a todos los estudiantes, pero es interesante saber que los políticos también tienen vida y que, muchas veces, está supeditada al cargo que ocupan al mando de un país. Y si se trata del séptimo del mundo en extensión, con más de 20 idiomas oficiales y con más población que cualquier otra democracia, debe ser complicado no mezclar lo personal con lo profesional. Gobernar un país, por pequeño que sea, debe provocar dolores de cabeza y quitar el sueño. Si hay alguna duda, este libro la resuelve. La política arrastra literalmente a los miembros de la familia Nehru-Gandhi por más que se oponen a ello; les obliga a someterse día y noche al presente y al futuro de su país.

Sonia, la protagonista, es una extranjera. No sabe nada de la India ni de la importancia de la familia de su futuro esposo, Rajiv. Pero no tardó mucho en sustituir su ropa occidental por los saris y en meterse de lleno en el día a día de un país totalmente distinto a su Italia natal. Lo hizo por amor. Y el amor también le empujó a aceptar la idea de que su marido renunciaría a casi todo por la política que tanto detestaban.


Se trata de una historia basada en hechos reales y recientes. La curiosidad de saber un poco más y cómo se dieron a conocer al mundo los sucesos que Javier Moro narra se puede saciar. Internet y las hemerotecas digitales nos hacen todo el trabajo. Además es muy fácil ver fotografías y vídeos de Indira con su peculiar mechón canoso y su infinita variedad de saris, o a su hijo Rajiv haciendo campaña con su esposa Sonia por los estados y pueblos más pobres del país.

Traiciones, hambre, chantajes, guerras y asesinatos. Pero también alegría, convivencia, juegos, confesiones y risas. Lo bueno y lo malo de un clan condenado a sufrir por aceptar lo que su apellido conllevaba. Condenado, incluso, a morir.

martes, 26 de enero de 2010

Me quedo con las series


Antena 3 cumplió ayer 20 años y, tras darme una vuelta por su historia, hice mi particular balance: de todos los contenidos que han ofrecido a lo largo de estas dos décadas lo mejor han sido las series. ¡Qué recuerdos!

Haciendo memoria también nos damos cuenta de que las historias que cuentan en la pequeña pantalla ya no son lo que eran. ¿Por qué no harán series como las de antes? “Lleno, por favor”, “Nada es para siempre”, “Menudo es mi padre”, “La casa de los líos”, “Manos a la obra”, “Aquí no hay quien viva” y, sobre todo, Compañeros y Farmacia de guardia. Han emitido más, pero si no las recuerdo será por algo. Hoy en día ni en Antena 3 ni en el resto de cadenas consiguen que el espectador grabe frases míticas en su cabeza, como lo fue esa de “para dentro, Romerales”, o las canciones de las cabeceras:

NO TE FALLARÉ, SOMOS COMPAÑEROS.
¡AQUÍ, AQUÍ, AQUÍ NO HAY QUIEN VIVA!
NADA ES PARA SIEMPRE, DECÍAN TUS OJOS TRISTES.


Seguro que la mayoría recordáis el soniquete de cada una de ellas, aunque no tuvieran letra. Ese es el caso de la canción que acompañaba a Lourdes Cano y familia en las aventuras de su farmacia. Sin duda para mí ha sido la mejor, junto con la historia de Quimi, Valle y sus amigos.






Es cierto que en la actualidad también hay series con muchos seguidores, como "El Internado" o "Física o Química", pero no es lo mismo. ¡Y qué decir del resto de contenidos de la cadena! Los programas de cotilleos han ido ganando terreno en todas las franjas horarias y eso hace añorar aún más lo que podíamos ver años atrás. Menos mal que en el maravilloso mundo de Internet podemos rememorar capítulos enteros e incluso mostrar a quienes no los vieron cómo eran antes las series de Antena 3.

lunes, 25 de enero de 2010

Cristiano el de los antónimos y Chávez el espulgador

El gran CR9 lo eclipsa todo, hasta a sus propios goles. Fue el protagonista durante la noche de ayer y, por supuesto, lo está siendo hoy. Lo será mañana y quién sabe cuántos días más. Y las imágenes que muestran su peculiar forma de zafarse de los rivales van siempre acompañadas de las mismas palabras: “el bueno y el malo”, “del cielo al infierno”, “ángel y demonio”, “la cara y la cruz”, “de héroe a villano“. La verdad es que, con lo que ha costado el portugués, no está de más que incluya muchas características, positivas y negativas. Lo malo llega cuando las segundas se imponen a las primeras.

Como en cualquier polémica como la de ayer en el partido contra el Málaga, también han salido defensores del delantero blanco. Algunos de ellos diciendo incluso que los árbitros deberían adaptarse al juego de Cristiano y otros futbolistas como él. Claro que sí. Y los rivales deberían jugar con casco para que ellos pudiesen abrirse camino hasta la portería contraria.

Al Real Madrid no le salen nada rentables las rabietas del también cantante y modelo de calzoncillos. Juega un partido, le da la victoria a su equipo y se da de baja para el siguiente encuentro (si no son más). No hace falta que un brujo aparezca para echarle un mal de ojo o algo por el estilo. Y viendo que los zapatazos de CR9 son lo único salvable de este equipo, no se sabe qué pasará en la próxima jornada si no está el luso. Sin él sigue habiendo una inmensa cantidad de millones de euros sobre el césped, pero quienes les ponen nombre no terminan de convencer; de hecho, reciben los pitos de los aficionados cuando abandonan el campo. Quienes más aplausos reciben son quienes dejan de vestir la camiseta blanca. Curioso.


Otro que aparta a todo aquel que le estorba es Hugo Chávez, el moderno dictador que anuncia zumos venezolanos en sus discursos. ¡Y lástima de aquellos que no fomenten sus espectáculos! Si no, que se lo pregunten a los directivos y trabajadores de Radio Caracas Televisión Internacional (RCTI), cuya señal fue cortada el sábado por la noche. Lo mismo le ocurrió a otras cinco canales de pago que no cumplían las paleolíticas leyes del gobierno de Venezuela.

La tensión que se respira en las calles de Caracas desde hace días pone de manifiesto la rivalidad entre los defensores y los opositores del presidente, aunque las marchas convocadas por ambos bandos se han desarrollado de forma pacífica. Pero de algo tiene que servir tener el poder, ¿verdad? Chávez obligó a todas las cadenas de televisión a emitir cinco minutos de la manifestación de sus seguidores más fieles armados únicamente con su ya habitual vestimenta roja. Por su parte, los venezolanos de la oposición hacen lo que pueden, no lo que quieren. Levantan pancartas en las que dicen que Chávez está fuera de juego. Muy a mi pesar, yo al presidente lo veo bien metido en el partido que él mismo empezó y con pocas posibilidades de perder o abandonar la lucha.