miércoles, 19 de mayo de 2010

Todo ha cambiado y nada es distinto


Ya sabía que tenía este rincón un poco abandonado pero además una vocecilla no ha dejado de recordármelo casi cada día. Así que aquí estoy, sentada otro rato, dispuesta a desgranar lo que ha ocurrido a lo largo de casi dos semanas de ausencia. Han sido muchas cosas, unas más importantes que otras dependiendo de la cercanía con la que se vivan. Aunque pensándolo bien, todo sigue igual.

Llevaba días sin leer un periódico, aunque eso no quiere decir que esté desinformada. Actualmente eso es casi imposible. Sin embargo los diarios tienen algo especial, veo en ellos noticias, imágenes y palabras concretas que no se aprecian (o no sé apreciar) en otros soportes. Barça campeón de Liga y fichando jugadores en lugar de estrellas, nuevas medidas para reducir el déficit público de nuestro país, problemas de salud en la Familia Real, un toro bravo clonado, y el apellido Garzón hasta en la sopa. Debajo de todos esos titulares estaba la clave que me ha llevado a escribir estas líneas:




No hay que leer nada, no hace falta entender el contexto en el que se produce ese acontecimiento, sólo hay que mirar y darse cuenta de que lo que hemos leído arriba y hemos escuchado durante días no cambia el mundo. Como buenos profesionales añaden un pie de foto, para aquellos que tengan dudas sobre lo que están viendo. Sólo hay que mirar. Y un poco más abajo todavía, donde pocas veces el ratón nos suele llevar, otra imagen que me da la razón.



El deporte, los problemas de otros, las crónicas sociales...cualquier cosa vale para distraer al ciudadano y evitar que se fije demasiado en lo que hacen sus jefes la mando del país. Pero hay más cosas que planean entre ambos extremos, que no son ni política pura y dura ni distracciones salvadoras. Simplemente es la realidad. Son hechos que ocurren todos los días, puede que muy lejos de la puerta de nuestra casa e incluso de las fronteras de nuestro ahogado país. Y están demasiado abajo, demasiado reducidos a unas colas en los informativos de televisión, demasiado de todo. Pero están. No se trata de mostrarnos a cada minuto cuerpos acribillados a tiros en mitad de las calles. Basta con decir que, aunque parezcan solucionados, hay problemas permanentes que pasan al trastero informativo con excesiva facilidad. Quizás por cansinos, por repetitivos, por tradicionales, cada uno puede llamarlos como quiera; el caso es que parecen nada comparados con un 5% menos de sueldo para quien puede presumir de tener uno o con la gran tragedia que supone no ganar ningún título para un gran club de fútbol.

Sólo son observaciones, puede que un poco críticas pero que a diario se me vienen a la cabeza, aunque últimamente no las plasme aquí con tanta frecuencia. Bueno para algunos, malo para otros, no hay fecha prevista para la próxima actualización. Mientras llega seguiremos observándolo todo para tener algo que contar en ella.