lunes, 25 de enero de 2010

Cristiano el de los antónimos y Chávez el espulgador

El gran CR9 lo eclipsa todo, hasta a sus propios goles. Fue el protagonista durante la noche de ayer y, por supuesto, lo está siendo hoy. Lo será mañana y quién sabe cuántos días más. Y las imágenes que muestran su peculiar forma de zafarse de los rivales van siempre acompañadas de las mismas palabras: “el bueno y el malo”, “del cielo al infierno”, “ángel y demonio”, “la cara y la cruz”, “de héroe a villano“. La verdad es que, con lo que ha costado el portugués, no está de más que incluya muchas características, positivas y negativas. Lo malo llega cuando las segundas se imponen a las primeras.

Como en cualquier polémica como la de ayer en el partido contra el Málaga, también han salido defensores del delantero blanco. Algunos de ellos diciendo incluso que los árbitros deberían adaptarse al juego de Cristiano y otros futbolistas como él. Claro que sí. Y los rivales deberían jugar con casco para que ellos pudiesen abrirse camino hasta la portería contraria.

Al Real Madrid no le salen nada rentables las rabietas del también cantante y modelo de calzoncillos. Juega un partido, le da la victoria a su equipo y se da de baja para el siguiente encuentro (si no son más). No hace falta que un brujo aparezca para echarle un mal de ojo o algo por el estilo. Y viendo que los zapatazos de CR9 son lo único salvable de este equipo, no se sabe qué pasará en la próxima jornada si no está el luso. Sin él sigue habiendo una inmensa cantidad de millones de euros sobre el césped, pero quienes les ponen nombre no terminan de convencer; de hecho, reciben los pitos de los aficionados cuando abandonan el campo. Quienes más aplausos reciben son quienes dejan de vestir la camiseta blanca. Curioso.


Otro que aparta a todo aquel que le estorba es Hugo Chávez, el moderno dictador que anuncia zumos venezolanos en sus discursos. ¡Y lástima de aquellos que no fomenten sus espectáculos! Si no, que se lo pregunten a los directivos y trabajadores de Radio Caracas Televisión Internacional (RCTI), cuya señal fue cortada el sábado por la noche. Lo mismo le ocurrió a otras cinco canales de pago que no cumplían las paleolíticas leyes del gobierno de Venezuela.

La tensión que se respira en las calles de Caracas desde hace días pone de manifiesto la rivalidad entre los defensores y los opositores del presidente, aunque las marchas convocadas por ambos bandos se han desarrollado de forma pacífica. Pero de algo tiene que servir tener el poder, ¿verdad? Chávez obligó a todas las cadenas de televisión a emitir cinco minutos de la manifestación de sus seguidores más fieles armados únicamente con su ya habitual vestimenta roja. Por su parte, los venezolanos de la oposición hacen lo que pueden, no lo que quieren. Levantan pancartas en las que dicen que Chávez está fuera de juego. Muy a mi pesar, yo al presidente lo veo bien metido en el partido que él mismo empezó y con pocas posibilidades de perder o abandonar la lucha.

No hay comentarios:

Publicar un comentario