lunes, 18 de octubre de 2010

La huella de España en Bosnia


Después de 18 años, más de 46.000 militares y 23 fallecidos, el Ejército Español concluye hoy su misión en Bosnia-Herzegovina. Ese país que algunos igual sólo conocen por escucharlo en las votaciones de Eurovisión vivió hace apenas 15 años una cruel guerra de la que aún están intentando recuperarse. Y ya sé que todas las guerras son crueles, pero si se enfrentan tres bandos y se da en un país multiétnico, aún más. Fue de esos conflictos que nos recuerdan al vivido en nuestro país entre 1936 y 1939, esos en los que el enemigo está en la calle de al lado, en el piso de arriba o en la habitación del final del pasillo. Por eso es difícil volver a la vida normal y eso es lo que han intentado promover los militares españoles que han estado en ese país balcánico.


El músico Vedran Samilovic en las ruinas de la Biblioteca Nacional de Sarajevo


La noticia sobre el acto que ha puesto fin a la misión ha salido hoy, pero ya el pasado sábado pudimos ver un muy buen reportaje sobre el tema en Informe Semanal, como todos los que suelen hacer. En un primer momento no conocía la noticia y me sorprendió que trataran ese asunto tan olvidado. Un repaso en 13 minutos de lo que pasó, la función del contingente español y, sobre todo, de la huella que nuestros militares han dejado en la población y en el ejército bosnio. Y viceversa, claro. Porque cada uno de los 46.176 españoles también estará marcado, por poco tiempo que haya permanecido allí o aunque su objetivo fuera más económico que profesional o personal.

En los libros y, sobre todo, en Internet, existen gran número de fuentes de las que extraer información sobre la Guerra de Bosnia. Y vídeos. Y fotografías. Y testimonios. Algunos de ellos realmente conmovedores pero, por desgracia y por costumbre, poco sorprendentes. No es morbo, simplemente el afán de conocer lo que ocurrió entre 1992 y 1995 y sus consecuencias en el día a día de un país. Hay un montón de historias pero a mí personalmente siempre me ha llamado la atención una que me contó un fugaz soldado que pisó aquellas tierras. No me gustó mucho que se fuera, en parte porque su ausencia suponía no comer uno de mis platos preferidos durante cuatro meses. Pero cuando volvió eso se solucionó y, además, tenía muchas sensaciones que contar que ya había avanzado en postales y cartas. Con él trajo un CD lleno de fotos del conflicto en una ciudad muy especial para la misión española: Mostar. La ministra Chacón se ha desplazado hasta allí después del acto central de hoy en Sarajevo. Y precisamente en esa ciudad se produjo la historia de la que os hablaba antes.

El nuevo Puente Viejo de Mostar fue inaugurado por la UNESCO el 23 de julio de 2004. Antes de eso fue simplemente una pasarela tendida de una orilla a otra del río Neretva la que unió a los croatas y a los bosnios. Los españoles fueron quienes la instalaron. El puente había visto terremotos, hambrunas, invasiones... Pero ahí siguió levantado hasta que en 1993 las bombas croatas lo derribaron. Desde entonces el fin de la guerra en Bosnia pasaba en parte por la reconstrucción de ese símbolo. La obra de los militares españoles fue el inicio. Aquí os dejo uno de los muchos vídeos en los que se puede ver cómo sucedió esta historia.




Podría estar horas escribiendo sobre este tema pero ahondar en él depende de cada persona. Personalmente os recomiendo que si tenéis un rato libre echéis un vistazo a todo lo que el gran mundo de Internet nos ofrece sobre la Guerra de Bosnia. Los militares españoles que hayan estado allí seguro que tienen una visión más real y cercana de la historia, pero a la que podemos acceder nosotros tampoco está nada mal.

3 comentarios:

  1. que tendra el arroz con conejo...........

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  2. que yo sepa, por lo menos arroz y conejo...

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  3. Y un toque secreto que lo hace especial! Por cierto, que hace tiempo que no....Qué hambre me está entrando!

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