Zapatero remendón

¡Vaya mañana en el Congreso! Hasta Ana Blanco ha resoplado mientras contaba todo lo que ha dado de sí la jornada en el Hemiciclo y los pasillos. A primera hora lo importante sólo era el debate sobre las enmiendas a los presupuestos. Por televisión todo se veía tranquilo hasta cuando José Bono llamaba la atención a los diputados para que guardaran silencio como si de un aula de colegio se tratase. Pero el rumor ya corría por los pasillos y en el exterior del edificio. Dos horas después y ya en la puerta he podido confirmarlo: había jaleo.

Entre aplausos, besos y enhorabuenas han transcurrido las horas, incluso antes de que el presidente del Gobierno anunciara la remodelación de su equipo. En cuanto he conocido que había cambios me ha venido a la mente José María Barreda. ¿Tendrá más influencia a nivel nacional de la que se piensa? Y no he sido la única que lo ha pensado, claro está, porque su reacción ha sido una de las buscadas por los medios de comunicación. El caso es que Zapatero ha eliminado dos Ministerios (aunque sus titulares no irán al paro, ni mucho menos), el de Igualdad y el de Vivienda. Muy discutidos y, para mí, bien transferidos a otras carteras.




Primero Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Abril de 2004

 

Además de recortar, el presidente también ha realizado otros cambios. El más importante es, sin duda, la desaparición de María Teresa Fernández de la Vega de la próxima foto de Gobierno. Ha sido uno de los pilares desde 2004 e incluso en muchas ocasiones ha parecido adquirir más importancia y responsabilidad que el propio Zapatero. También salen del equipo Miguel Ángel Moratinos y Elena Espinosa, además de a las ya referidas Bibiana Aído y Beatriz Corredor. Del mismo modo, se incorporan caras nuevas para el último año y medio de legislatura y otros ya “conocidos” adquieren más peso. Es el caso de la hasta ahora secretaria de Organización del partido, Leire Pajín; la casi rival de Aguirre en Madrid, Trinidad Jiménez y, sobre todo, el veterano Alfredo Pérez Rubalcaba, que además de mantener el Ministerio de Interior asume la Vicepresidencia del Gobierno y, aunque no lo ponga en ningún maletín ni en ningún contrato, tiene la difícil misión de reforzar políticamente al partido, sus medidas y convencer a los españoles de que este nuevo grupo puede hacer las cosas “menos mal” que el anterior.

El presidente ha dicho en la rueda de prensa de esta mañana que tomó la decisión del cambio el domingo por la tarde, pero yo creo que fue una servidora la que le dio el último empujón. Ayer, concretamente. Seguro que ya tenía en mente las recomendaciones de Barreda y, tras sentarse en El Batiente y escuchar la segunda de las canciones que puse, cogió lápiz y papel para hacer la remodelación. Seis años y medio de mandato, ocho cambios de ministros y Ministerios. Manolo va a llevar razón, Zapatero remendón.