miércoles, 3 de febrero de 2010

¡PUAG!


A los inmigrantes negros que viven o visitan Torrejón de Ardoz, en Madrid, ya no les extraña. Cuando deciden salir por la noche saben dónde pueden ir y dónde no. Sí, vivimos en el año 2010 y aún hay lugares a los que no pueden acceder quienes vienen de fuera simplemente por eso, por no ser españoles.

“Aquí no pasan negros. Queremos mantener un rollito español”. Simplemente vergonzoso. Así titulan un artículo publicado hace dos días en El País, con una afirmación de uno de los porteros con los que hablaron el periodista y un inmigrante que le ayudó a conocer la situación en esta localidad madrileña. Cuando lo leí sentí una mezcla de asco y preocupación. ¿Hace falta llegar a ese punto? Está claro que cada local se reserva su derecho de admisión, pero es triste pensar que alguien opina que el rollito español y el que puedan llevar los extranjeros son incompatibles.


Ahora bien, no se puede escuchar solamente a uno de los dos bandos participantes en la absurda guerra del racismo. En el periódico que he mencionado incurren en este error al querer destacar solamente las malas prácticas que realizan en Torrejón. La localidad está salpicada por la polémica de los empadronamientos a inmigrantes y sacar a la luz las malas artes de algunos de sus ciudadanos con aquéllos es fácil y políticamente productivo. También es cierto que los medios de comunicación de la otra parte harían tres cuartos de lo mismo si el municipio fuese del PSOE y estuviera sometido a críticas. Es triste, pero se trata de hurgar.

Aquí no obtenemos ningún beneficio poniéndonos de uno u otro lado y por eso debemos escuchar lo que tienen que decir quienes viven esta situación en primera persona. Internet lo pone fácil y solamente hay que buscar opiniones en un foro local. Al parecer, y según la opinión de una ciudadana de Torrejón, los carteles de “Prohibida la entrada a blancos” también existen. Aseguran que no todos los inmigrantes son iguales pero que en su pueblo la delincuencia está a la orden del día. Con un ambiente tan tenso en el día a día lo más fácil es mirar para otro lado y pensar que la culpa la tiene el otro. Y si es de otra raza y se puede hacer piña para darle de lado, mejor, ¿no? ¡Ojo!, que parece que ocurre así en ambos frentes de la contienda.

Era mi intención hablar del racismo hacía los inmigrantes pero no del que éstos procesan contra los españoles. Estrategia defensiva, puede ser. Pero estrategia repugnante y destructiva, eso está claro.

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