lunes, 14 de diciembre de 2009

Cuatro copos y día libre


España no sólo es sol, playa, cañas y chiringuitos. Aquí a veces también es invierno y, ¡qué cosas!, puede hasta nevar. Pero parece que nadie se lo toma en serio hasta que no sube la persiana y ve todo blanco.


En televisión no emiten otra cosa: reportajes y conexiones en directo con reporteros abrigados hasta las orejas. Y niños, muchos niños. Porque como estamos poco acostumbrados a las nevadas, cuando se producen, por pequeñas que sean, se altera el ritmo normal de la vida de muchos españoles, entre ellos, los escolares. Se cierran carreteras, se suspenden clases y se producen incidentes en los trayectos de alumnos y profesores que provocan más ausencias que asistencias en las aulas. Y aunque en este país de pandereta pueda parecer que días libres como el de hoy son preciosos y muy divertidos, no es así para todo el mundo. Quien pueda disfrutar de los blancos paisajes, que lo haga. Pero la vida continúa y no se pueden paralizar pueblos y ciudades enteras por cuatro copos. Quizá algunos más, vale, pero no es razón suficiente para no tener medios con los que frenar sus consecuencias.



Y hablando de días libres, pero cambiando totalmente de tema, el que hoy también se lo ha tomado ha sido Silvio. El inmune Berlusconi sufrió ayer una agresión después de un mitin en Milán, cuando decidió darse un baño de multitudes. Lo que no se le pasó por la cabeza al presidente del país de la bota fue que quizá todos los italianos no le quieren tanto como él piensa. No justifico lo que le han hecho, pero sí reconozco que le hacía falta un toque de atención. Hoy está ingresado en el hospital y, en este día libre, seguro que le da tiempo a pensar qué es lo que está pasando realmente en la nación que gobierna con criterios realmente cuestionables.


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