miércoles, 8 de septiembre de 2010

Tristes


En una perfecta combinación de poesía y música se interpretan más que nunca las letras de las canciones. Eso ocurrió el pasado sábado, cuando el dúo Evoéh actuó en la Gala Literaria de Villafranca de los Caballeros. La iluminación, la disposición del mobiliario en el escenario, la presencia de un grupo totalmente desconocido por todos los asistentes... Todo ello hacía presagiar una estancia más bien corta en el auditorio. Pero no fue así.

El tema central de su repertorio lo compusieron las canciones basadas en poemas de Miguel Hernández, homenajeando de esta forma al escritor en el centenario de su nacimiento. Antes de ellas, otras composiciones más o menos conocidas que iban modificando las sensaciones iniciales del público. Y, personalmente, llegó un momento en el que decidí que me gusta este grupo, que hacen una música totalmente distinta a la que estamos acostumbrados a escuchar en los mp3 y en las emisoras de radio, y que de unos “antiguos” versos, por cortos que sean, salen canciones con mucho más sentido que el que encontramos en los doce temas de cualquier disco de oro o de platino.

La guerra marcó la corta vida de Miguel Hernández, y también su obra. Clara muestra de ello es el poema hecho canción del que hablaba antes. En este caso no hay música, pero si alguna conclusión sacamos los asistentes a la gala es que lo importante son las palabras.


Tristes guerras
si no es amor la empresa.
Tristes, tristes.

Tristes armas
si no son las palabras.
Tristes, tristes.

Tristes hombres
si no mueren de amores.
Tristes, tristes.

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