martes, 3 de noviembre de 2009

Un sitio para los cotillas


“No sé en qué consiste que soy naturalmente curioso; es un deseo de saberlo todo que nació conmigo, que siento bullir en todas mis venas, y que me obliga más de cuatro veces al día a meterme en rincones excusados por escuchar caprichos ajenos, que luego me proporcionan materia de diversión para aquellos ratos que paso en mi cuarto y a veces en mi cama sin dormir; en ellos recapacito lo que he oído, y río como un loco de los locos que he escuchado.”



Quizá no debería generalizar, pero creo que todos somos como él; todos actuamos más de una vez en nuestra vida como él dijo que actuaba. ¿Que quién es él? Un hombre que hace casi doscientos años, sin blogs ni redes sociales ni multitud de periódicos en los que opinar, ya intentaba reflejar con la escritura cómo eran los tiempos que le tocaron vivir. Se trata de Mariano José de Larra y el fragmento que he elegido para inaugurar este blog forma parte de su artículo “El café”,publicado en febrero de 1828 en El duende satírico del Día.


Alguien dirá que “ayer fue el chasco”, y lleva razón. Pero lo que Larra escribió es totalmente cierto. Los seres humanos somos cotillas por naturaleza y, aunque hoy en día es menos habitual meterse en rincones excusados para escuchar caprichos ajenos, tenemos otras muchas formas de enterarnos de todo. Y nos gusta hacerlo. Yo no voy a ser menos y a mi deseo de conocer lo que pasa a mi alrededor se une la posibilidad de plasmarlo aquí de forma más o menos sencilla.


No quería dejar de lado los orígenes, mis orígenes, y creo que queda claro solamente con ver el título de este sitio: EL BATIENTE. Y la descripción dice el resto: aquí habrá de todo.


De momento estoy sola sentada pero estaría bien que algún que otro lector o lectora se saliera conmigo a la puerta a hablar. Porque, sí, confirmado, somos unos cotillas y quien diga lo contrario miente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario